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El pasado 14 de Marzo se celebró el IV Fórum Técnico de la Cátedra Arpada bajo el título "Aplicación práctica de las normas de Accesibilidad: Qué y por qué".

Desde que en el siglo XVI el hombre empezó a adaptar la naturaleza para facilitar su movilidad con el invento de la silla de ruedas, hemos avanzado un camino enorme en materia de accesibilidad. Tanto es así que hoy no se puede concebir ninguna actuación en nuestras ciudades y entornos vitales sin tener en cuenta esta accesibilidad para todos, que es condición necesaria y que debe ser un planteamiento vital.

En el año 93 se aprobó una ley de promoción de accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas. Esto trajo como consecuencia la creación de un consejo que se reúne periódicamente para trabajar en mejora de la accesibilidad, no solo a través de la aportación de soluciones técnicas y mejoras legislativas, sino además con el empuje de intentar concienciar a la sociedad de lo importante que es trabajar todos juntos para que la accesibilidad sea una realidad para todos.

Existen tres tipos de barreras clásicas que dificultan esta accesibilidad: las que tienen que ver con el diseño constructivo de nuestros edificios, aquí la norma hoy es muy clara; las que tienen que ver con los medios de transporte, también hemos avanzado de forma notoria en este campo; y finalmente las relacionadas con la adaptación de la movilidad en la vía pública. Tres campos que tienen un mismo denominador común, y es que debemos, a través de proyectos que favorezcan la accesibilidad y a través de medidas legislativas, conseguir que entre todos tengamos esa sensibilidad y consigamos hacer desaparecer estas barreras.

Los expertos coinciden en que la accesibilidad universal no es necesariamente más cara. Es socialmente rentable pero también económicamente rentable. Es cuestión de un planteamiento previo, de un buen diseño y de tener en cuenta no solo estas recomendaciones y normativas sino aplicar las capacidades técnicas que tenemos los arquitectos para poner al servicio de todas las personas el derribar estas barreras.

La accesibilidad, al igual que los temas sobre eficiencia energética, movilidad, rehabilitación y todo lo que tenga que ver con la ciudad y su relación con los ciudadanos, algo en lo que mucho podemos aportar los arquitectos, se debe abordar de manera integral.

Hoy ningún arquitecto debería diseñar sin tener en cuenta el amplio concepto de la accesibilidad universal. Tenemos que vencer el desconocimiento de una buena parte de los profesionales encargados del diseño de la adecuación de los diferentes entornos, y hacerles comprender cuál es el sentido de estas normas, que no tienen otro fin que el de facilitar y mejorar el día a día de los usuarios con discapacidad.