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Cada comunidad, aún respondiendo al mismo perfil tipológico, tiene siempre sus particularidades. Los parámetros que intervienen en la contabilidad energética son múltiples y de muy diversa procedencia: las instalaciones y su patrón de uso, la configuración y agrupación de las viviendas (nº de viviendas, de plantas y de portales), el número y tipo de usuarios que utilizan los diferentes equipos, etc. Por esta razón se hace necesaria la realización de un estudio personalizado.

A modo de ejemplo, en una finca que disponga de calefacción y agua caliente comunitaria, estos servicios pueden suponer más del 60% del gasto de energía. Con una buena gestión y mantenimiento se pueden conseguir ahorros medios superiores al 20%. Igualmente, se pueden conseguir ahorros en el gasto energético de entre el 20 y el 30% mediante la medición individual de los consumos energéticos, debido al mayor cuidado por parte de los vecinos al consumir con respecto al sistema de reparto de gasto por cuota (en función de la superficie de la vivienda, el número de radiadores, etc.).

A su vez, la iluminación representa alrededor del 20% del consumo eléctrico dentro de una comunidad de vecinos. Para ser eficientes y reducir el consumo de energía eléctrica, se han de tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Tipos de iluminación: lámparas incandescentes, halógenas, fluorescentes, leds, etc. Una lámpara incandescente encendida 8 horas durante 1 mes consume un 80% más que una lámpara de bajo consumo con igual intensidad de luz.
- Sistemas de control de la iluminación: detectores de presencia, pulsadores temporizados, sensores de luminosidad, etc. El control de la iluminación permite utilizar sólo la luz que se necesita y reducir el consumo eléctrico, siendo más eficientes.

Finalmente, existen otra serie de instalaciones cuyo consumo no es menor y sobre las que también suele existir potencial de ahorro en consumo energético. Es el caso de los ascensores (alrededor 15% del gasto energético), extractores, bombas, etc.

Otro aspecto fundamental a la hora de abordar la gestión energética de las comunidades de vecinos es la optimización de los contratos de los suministros de energía. Aun no siendo una medida específica de ahorro energético, en muchas ocasiones puede suponer un considerable ahorro económico. Las actuaciones que se incluyen en este apartado son el cambio de tarifa, buscando la oferta que mejor se adapte al perfil de consumo de la comunidad, o el ajuste de la potencia contratada.

En gesHAB Gestión del Hábitat estamos comprometidos con la racionalización del gasto energético en las comunidades de vecinos, y para ello contamos con un equipo técnico especializado que ofrece un asesoramiento riguroso e independiente. Si desea más información no dude en ponerse en contacto con nosotros.

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