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27/02/2013. Biomasa forestal para generación térmica: un yacimiento por explotar.
En el marco de la Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente Genera 2013 que se celebra estos días en Madrid, la jornada técnica “Status y perspectivas del sector de la biomasa en España” ha mostrado cuál es la situación real en la que se encuentra el sector.
A pesar del ambiente general de pesimismo que se respira, derivado de las últimas medidas que en materia de política energética está adoptando el Ejecutivo central, parece ahora más importante que nunca poner de relieve el enorme potencial que tiene la Biomasa en España. Y el caso concreto de la Biomasa Forestal para generación térmica es buena muestra de ello.
Desde la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE), y a través de su presidente Josu Azpitarte, se han aportado una serie de datos que avalan la capacidad de estos “yacimientos energéticos”:
- España cuenta con 18 millones de hectáreas de masa arbolada que generan anualmente 46 millones de m³ de materia prima. A día de hoy, la industria maderera aprovecha tan solo un tercio de ese volumen, lo cual supone que el volumen total existente en los bosques españoles haya pasado de 456 millones de m³ en 1975 a 921 millones de m³ en 2009.
- La generación térmica por biomasa supone unos ahorros en coste energético entorno al 40% con respecto al gasóleo y del 25% con respecto al gas natural; si bien es cierto que la biomasa cuenta con dos desventajas importantes frente a los combustibles fósiles: por una parte su menor densidad energética, que implica la necesidad de un mayor volumen de almacenamiento; y por otra los costes de producción más elevados.
- La empleabilidad del sector es de 10 empleos directos por MW instalado, situándose muy por encima de la generada por otras tecnologías.
Si a los datos anteriores le sumamos los ya conocidos beneficios en cuanto al mantenimiento del ecosistema forestal y la prevención de incendios, el fomento del equilibrio territorial a través del desarrollo rural, o la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero; parecería lógico pensar que la apuesta por esta tecnología es una opción más que interesante.
Frente a ello, diversos obstáculos como la falta de cultura en climatización por biomasa, la necesidad de una inversión inicial elevada o la carencia de un marco normativo adecuado; ayudan a entender el hecho de que a día de hoy en España se esté infrautilizando este importante recurso con el que contamos.